Tirón económico y empleo, en primavera de 2014


Se consolida la recuperación en 2014 y, aunque todavía lentamente, parece que podría acabar la larga agonía del desempleo.

(Expansión.com) Gracias a medidas como la reforma laboral, los incentivos a las pymes, la restructuración bancaria y a la flexibilización del objetivo de déficit por parte de la UE, empezará a crearse empleo en primavera y el Producto Interior Bruto (PIB) podría llegar a crecer fácilmente más de un 1% en 2014, según los vaticinios de los analistas. Aunque los expertos son cautos, resaltan que podría empezarse a crear puestos de trabajo en los primeros meses del año de forma temporal y avisan de que serán necesarias nuevas reformas para que no se apague la luz al final del túnel de una crisis que dura ya más de cinco años y que ha dejado seis millones de parados por el camino, un agujero presupuestario de más de 100.000 millones y un país con una deuda que equivale al PIB de un año.

Los pilares de la recuperación: el sector exterior, el turismo y la industria. José Luis Martínez, estratega de Citi, cree que «podríamos ver ya creación neta de empleo en los primeros meses del ano que viene». Sin embargo advierte de que «esta creación de empleo no depende tanto de una tasa concreta de crecimiento, como de una normalización ante el fuerte ajuste de empleo observado entre 2012 y 2013». «Será empleo temporal y en buena medida parcial», remacha. De hecho, para ver creación de empleo más sostenible avisa que «tendremos que esperar hasta la parte final de 2014», cuando podría alcanzarse «un ritmo de crecimiento anualizado por encima de un punto porcentual». 

Por su parte, José Antonio Herce, economista jefe de Analistas Financieros Internacionales (Afi) comparte que «en febrero o marzo, la variación interanual de la afiliación a la Seguridad Social dejará de ser negativa y que ello se podría trasladar a un dato de creación estable de empleo en el segundo trimestre del año». «Ello implicaría que las tasas interanuales del PIB en ese trimestre y en los siguientes estuviesen alrededor del 1%, incluso algo por debajo». 

Las reformas necesarias 

Las recetas de Martínez para que esta recuperación no quede en agua de borrajas son las siguientes: «Flexibilizar y simplificar más la contratación; seguir profundizando en las reformas estructurales que aumenten la visibilidad de la economía española a medio plazo; aumentar la inversión productiva, y contribuir políticamente a que se solucione la crisis del euro, facilitando con ello la consolidación de la recuperación económica europea». Por su parte, Herce apunta que «hay dos dimensiones en las que las políticas pueden acompañar este proceso» de salida de la crisis. En primer lugar, como el empleo que se va a crear será en buena medida temporal o a tiempo parcial, apunta que «las políticas de acompañamiento deben ser de tipo formativo para reforzar la empleabilidad a largo plazo de estos trabajadores». También considera que deben impulsarse nuevas políticas sociales por parte del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), con prestaciones económicas parciales (condicionadas a la formación) a los trabajadores para incentivar su permanencia en el empleo y la formación simultánea». Señala que «estas prestaciones, a la postre, saldrían mucho más baratas al SEPE», que se ahorraría la diferencia con una prestación completa por desempleo para cada trabajador que encuentra un empleo subvencionado. 

En segundo lugar, el analista de Citi cree que para acelerar el crecimiento y, por lo tanto, reforzar el proceso de creación de empleo, es preciso seguir perseverando en las políticas de oferta: «Aumentar de manera radical la competencia en todos los mercados de bienes y servicios, acabando con los oligopolios que aún subsisten en muchos mercados (regulados y no regulados), e introducir mayor flexibilidad en el ajuste de funciones laborales, horarios y salarios en los mercados de trabajo, para preservar el empleo y la vinculación laboral de los trabajadores (en vez de hacerlo al revés, como hasta hace poco)». 

Finalmente opina que el retorno del crédito a las empresas y hogares deberá seguir siendo una prioridad y debe acompañar al retorno de la confianza y la demanda que aportaría un mayor empleo: «Este círculo es una pescadilla que se muerde la cola, pero puede convertirse en un círculo virtuoso si se dan intervenciones de las autoridades económicas que impliquen transparencia, coherencia y seguridad jurídica e independencia de los reguladores». Independientemente de las reformas pendientes para consolidar la recuperación, los indicadores adelantados que maneja el Ejecutivo confirman que la recuperación económica no será, como en 2011, un espejismo. De hecho, el Indicador Sintético de Actividad (ISA), que suele avanzar la evolución del PIB en el corto y en el medio plazo, ya crece un 0,9% en términos interanuales en el tercer trimestre, una tasa que roza el avance del PIB del 1% imprescindible para que comience a crearse empleo de forma sostenible, siguiendo los cálculos que maneja la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez. 

Las últimas previsiones de otoño de la Comisión Europea son algo más cautas, pero sí que pronostican que el PIB llegará a crecer un 0,9% en el cuarto trimestre de 2014. Aunque el servicio de estudios del Gobierno es de los menos optimistas del panel de expertos que elabora la Fundación de Cajas de Ahorros (tan sólo estima que el PIB crecerá un 0,7% el año que viene), algunos ministros dicen en público que su «prudente» estimación de crecimiento podría quedarse corta. El mismo Cristóbal Montoro aseguró en una entrevista con EXPANSIÓN que «nosotros nos hemos situado en el escenario moderado, somos un Gobierno muy moderado». Su pronóstico: que el PIB puede crecer más de un 1% de media en 2014 y que se creará empleo en primavera. 

Estabilización 

Apuntala esta tesis un informe reciente de Morgan Stanley que, bajo el ilustrativo título de «La nueva España», revela bastante optimismo al afirmar que «el ciclo económico se ha estabilizado» y que, «tras un crecimiento cero en el tercer trimestre, se producirá un aumento secuencial antes de fin de año». 

Además, señala que «las reformas estructurales han progresado más que en ningún otro lugar de la periferia de Europa», a pesar de que «los mercados financieros han infravalorado» algunos puntos positivos, como por ejemplo «el aumento de la competitividad mediante la moderación de los salarios y la reforma laboral». Gracias a estos factores, «los motores del crecimiento se han trasladado de la demanda interna a las exportaciones». 

De hecho, las ventas de bienes y servicios al exterior se han convertido en una auténtica palanca para lograr la salida de la crisis. Las exportaciones ascendieron a 196.608,2 millones de euros entre enero y octubre, un 6,2% más que el año pasado. Además de haber logrado un nuevo máximo histórico durante este período de tiempo, se trata de un fenómeno que se viene repitiendo en los últimos meses gracias a la apertura de las empresas españolas a mercados extranjeros. Esto repercute en el déficit comercial, la diferencia entre lo que se exporta e importa, que se redujo un 55,9% y se situó en 12.366,2 millones. 

Los sectores con más crecimiento fueron los bienes de equipo y el automóvil. Sin embargo, aunque con un avance mucho más tenue, la recuperación también empieza a apoyarse en la demanda interna. Pese a que las empresas de distribución creen que hasta el año que viene no se producirá la recuperación definitiva del consumo, los últimos datos de Contabilidad Nacional del INE revelan que el gasto final de los hogares creció durante la temporada estival un 0,4%, frente a la caída del 0,1% del segundo trimestre de 2013 y del 0,6% en el primer cuarto del año. 

El consenso de los analistas espera que después de un desplome del consumo privado del 2,6% durante este año se producirá una tímida recuperación del 0,2%, el comienzo de un largo camino. De hecho, hasta el sector de la vivienda empieza a mostrar síntomas de mejora. Aunque los expertos advierten que aún no ha tocado fondo el precio en las capitales, sí que ha empezado a remontar, por ejemplo en las costas. El precio de los pisos ha empezado a subir ya en diez comunidades autónomas. 

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